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El movimiento “Me Too” ha dejado tras de sí determinadas conquistas. Mientras que gigantes de la industria cinematográfica vieron cómo su abuso de poder quedaba destapado, otras corrientes de reivindicación se sumaron al foco mediático y social para visibilizarse. Sobre todo en este entorno, el audiovisual, se hicieron cada vez más fuertes las voces que pedían una mayor diversidad en cuanto a la representación de papeles en la industria. Mayor diversidad de género, diversidad racial, sexual… Se habló (y se sigue hablando) del techo de cristal o de la desigualdad salarial. Pero hay una parte de esta industria que parece haber sido olvidada por aquellos que piden igualdad en todos los sentidos: las actrices que afrontan dificultades profesionales al cumplir años.

No son pocas las intérpretes mayores de 50 y hasta de 40 años que han reivindicado su lugar en la industria cinematográfica. Consideran que, al llegar a su madurez, los papeles para mujeres de esa edad escasean. Sienten que los hombres mayores de 50 y 60 años protagonizan películas con personajes movidos por sus propias inquietudes y problemas, y ellas, en cambio tienen que conformarse con interpretar a la madre o abuela del protagonista. Donde parece que sí hay más papeles para estas mujeres es en la comedia, un género mayormente femenino tanto en cuanto a roles como a equipo técnico (directoras o guionistas).

La escasez de papeles y visibilidad fue una de las razones por las que Gloria Vega y Susana Martíns, actrices españolas, decidieron crear en 2016 la página web 'De 50 para arriba'. "Es bueno hablar de ello, siempre que se tenga oportunidad, tanto con compañeras como con compañeros. Decir lo que necesitamos, lo que falta. Parece que no pero el boca a boca funciona" comenta Vega al ser entrevistada. La web nació para facilitar el trabajo a los directores y directoras de casting a la hora de buscar actrices de cierta edad, así como para visibilizar la presencia de estas en la industria audiovisual. Nieve de Medina, también actriz y directora de escena que pertenece a este grupo de profesionales, reconoce haber conseguido trabajos gracias al tráfico que recibe esta página web.

Tanto Gloria como Nieve coinciden en la importancia de que productores y guionistas impulsen la creación de papeles que representen a las mujeres tal como son en la realidad, sin importar la edad que tengan. “La cultura es casi femenina. Se consume más por mujeres que por hombres. Tú vas un sábado o un domingo a los cines Verdi y la mayoría son mujeres. Por lo que yo creo que en algún momento la cultura tendrá que hablar más de ellas”, afirma Nieve. Gloria añade que es difícil para una mujer que tiene más de 50 años identificarse con una actriz de 30, aunque ella haya pasado por ese momento de la vida. “Pero sí puedo dar el perfil de una profesora, de un ama de casa que tiene sus inquietudes, de una mujer soltera, de una mujer casada, de una médico…”.

"Tiene que haber más guionistas mujeres, y a su vez más productoras mujeres que produzcan a estas guionistas y también a directoras mujeres. Esa cadena que nos puede parecer tan boba es la que ha existido para los hombres"

Nieve de Medina

Gloria y Nieve manifiestan su frustración

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Gloria Vega y Nieve de Medina, actrices que forman parte de la iniciativa De 50 para arriba. Fotografía: Almudena Alfaro

¿QUIÉNES SON

ELLAS?

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GLORIA VEGA

Nacida en Cáceres, llevó a cabo estudios musicales en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid y posteriormente recibió clases de canto, danza e interpretación. En televisión ha participado en series como Gran Hotel, Hospital Central, Cuéntame o La que se avecina. En cine ha trabajado con: Pilar Miró (Tu nombre envenena mis sueños, 1996), Achero Mañas (Noviembre, 2002) y Juana Macías (Planes para mañana, 2009). En teatro ha trabajado con directores como John Strasberg, Michael Cacoyannis y Mercedes Lezcano.

MOVIMIENTO ME TOO

El conocido Me Too surgió en octubre de 2017 como un movimiento viral iniciado con el hashtag del mismo nombre en redes sociales. El objetivo era denunciar las agresiones y acoso sexual que sufren las mujeres, a raíz de las acusaciones de abuso sexual contra el productor de cine estadounidense Harvey Weinstein.​ La frase fue popularizada por la actriz Alyssa Milano, que animaba a las mujeres a tuitear sus experiencias para demostrar la extensión de estos comportamientos machistas y misóginos. Pero el concepto había sido utilizado anteriormente por la activista Tarana Burke, quien en 2006 utilizó el “yo también” para responder a una joven que le confesó en la red social MySpace que había sido víctima de una agresión sexual. Utilizó la frase para promover el empoderamiento a través de la empatía entre mujeres negras que habían experimentado abusos sexuales, especialmente en comunidades desfavorecidas. Estas experiencias generaron un tráfico en redes bastante importante, llegando a ser trending topic varios días seguidos, y reuniendo declaraciones de mujeres procedentes de todos los ámbitos de la sociedad, no solo de la industria del cine. El hashtag se extendió por países del mundo como China, Argentina, India, Noruega, Francia, Italia o España, donde actrices como Aitana Sánchez-Gijón o Leticia Dolera admitieron la existencia de acoso sexual en el cine español. El movimiento se encuentra en estos momentos bastante dormido, y no han faltado detractores y comentarios críticos acerca del impacto mediático de esta movilización, pero es innegable el efecto que supuso tanto para la industria cinematográfica como para la sociedad en general.

Abuelas y brujas

DOBLE GRADO EN PERIODISMO Y COMUNICACIÓN AUDIOVISUAL

El irremediable destino de las actrices

TRABAJO FINAL DE GRADO

MODALIDAD REPORTAJE MULTIMEDIA

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